Cuando te sientes fuera de lugar…

Cuando te vas, te adaptas, tu ritmo cambia. Y al volver, descubres que ya no es igual. Este no es tu sitio. Ya no vibra igual. Lo que antes era cómodo, ahora se siente extraño. Quizás no es el entorno, quizás es tu interior.

Ahí, donde antes había gusto, ahora hay un vacío. Y entonces aparece la pregunta:¿Dónde pertenezco? ¿Dónde está el hogar?

Quizás hogar no es un lugar. Quizás hogar es una persona, una sensación, un latido que te recuerda quién eres.

Y ahora, ¿qué? ¿Me voy? ¿Me reinvento? ¿Se apagará esa voz con el tiempo? ¿Se transformará esta incomodidad en aceptación, en calma, en felicidad? ¿O seguirá rondando ese aroma de añoranza?

Quién sabe… tantas preguntas, tan pocas respuestas. Dejar que fluya, intentar no pensar, o tal vez abrir espacio a la acción.

Preguntas que me visitan sin avisar y que a veces no sé cómo acoger. Ando en temporada alta… y mi mente parece muy solicitada últimamente.

Quizás el hogar no se busca, quizás se construye dentro. Paso a paso, mientras nos permitimos sentir todo esto que nos descoloca.

¿Y a ti, te ha pasado?